En el mundo de la perfumería, los malos olores pueden ser algo bueno. Esto puede parecer contradictorio, pero es totalmente cierto.
Muchas veces algunas personas curiosas por mi profesión se imaginan que trabajar con fragancias es crear un lindo olor a partir de materias primas que huelen a flores, hiervas, maderas, frutas, especias etc y en cierta medida tienen razón, sin embargo muchas veces las materias primas con olores desagradables son un gran elemento para crear hermosas fragancias que a todos nos encanta usar.
Muchas de las materias primas utilizadas en perfumería tienen olores desagradables cuando se extraen de sus fuentes naturales. Por ejemplo, los ingredientes derivados de animales como la civeta y el almizcle tienen olores fuertes animálicos con notas fecales y desagradables, pero son de gran valor a la hora de crear una composición porque proporcionan cualidades aromáticas únicas y complejas que muchas veces no pueden ser replicadas por sustitutos sintéticos.
Otros materiales, como ciertos extractos florales y resinas, pueden tener olores agrios o picantes cuando se extraen por primera vez. Sin embargo, estos olores se pueden transformar mediante el uso de varias técnicas, como la destilación y el enflorado, que ayudan a capturar los perfiles de fragancia delicados y matizados que hacen que estos materiales sean tan valiosos en perfumería.
En mi experiencia yo diría que de las fragancias más interesantes y complejas a menudo se crean a partir de materias primas que tienen olores fuertes y, a veces, desagradables. Estos materiales proporcionan la base para muchas de las fragancias más queridas del mundo, incluido Chanel No. 5, que se basa en gran medida en el jazmín y el ylang-ylang, los cuales tienen olores fuertes, animálicos, distintivos y que ciertamente son responsables de ese olor cautivante y sexy que ha hecho de esta fragancia inolvidable permitiéndole transcender después de más 100 años de haber sido lanzada al mercado.
Así que la próxima vez que te encuentres con un perfume que te encante, recuerda que su perfil de fragancia puede deberse a materias primas que tienen olores fuertes y desagradables. En el mundo de la perfumería, los malos olores son a menudo un componente esencial del proceso creativo y juegan un papel vital para los que trabajamos como perfumistas podamos crear las fragancias hermosas y complejas que todos disfrutamos usar.
Alejandra Merino – Perfumista en My Zent Sense Your Brand